La exposición al ruido es una problemática que afecta nuestro desempeño diario, pero ¿Cuál podría ser la solución? Contactar a Signo, una empresa que ofrece servicios de aislamiento acústico.
El ruido puede llegar a parecer un agente contaminante inofensivo, puesto que solo se percibe por uno de los sentidos, el oído, salvo que la presión sonora sea alta y pueda percibirse también por el tacto.
Sus efectos son acumulativos y mediatos y pueden clasificarse en los dos grandes grupos siguientes.
Efectos fisiológicos
Este efecto puede dividirse a su vez en:
#Efectos auditivos
Son aquellos recuperables cuando cesa un ruido intenso pero con el paso del tiempo pueden llegar a producir sordera, siendo irreversible. Esta sordera es simétrica y de percepción, lo que implica que afecta a ambos oídos por igual, con idéntica intensidad.
#Efectos no auditivos
El ruido no afecta únicamente a nuestros oídos sino que además puede dañar nuestro organismo, siendo solo necesarios entre 50 y 60 dB para que aparezcan enfermedades relacionadas con el estímulo sonoro. Sin embargo, cuando los decibelios suben hasta 95 o 100, pueden provocar los subsiguientes efectos:
- Alteraciones en el cerebro
- Cambios en la regulación del sistema nervioso central
- Variaciones en el procedimiento digestivo
- Trastornos cólicos e intestinales
- Incremento de la tensión arterial y la presión muscular
- Modificación del pulso en el electroencefalograma
Efectos psicológicos
Dentro de este grupo encontramos la memoria, la conducta, el sueño, la atención y el procesamiento de la información.
- Efectos en la memoria
En actividades en las que utilizamos la memoria, se advierte un mayor rendimiento en aquellos sujetos que no están sometidos a un excesivo ruido, puesto que, con ruido, se ocasiona un descenso en el rendimiento debido a la sobre activación en el sujeto.
- Efectos sobre la conducta
La manifestación repentina de un ruido puede llegar a provocar alteraciones momentáneas en la conducta y pueden hacerla más agresiva, o pueden provocar en el sujeto un estado de mayor irritabilidad.
- Efectos del sueño
El sueño puede verse alterado si nos vemos expuestos a un ruido incluso puede provocar que nos despertemos. Está estudiado que sonidos de aproximadamente los 60 dB merman la profundidad del sueño.
- Efectos en la atención
El ruido puede repercutir en la atención que prestemos en una actividad, haciendo que pongamos mayor interés en algunos aspectos de la tarea y dejando los considerados como de mejor importancia.